lunes, 2 de febrero de 2009
Eco-Nomia
ECO-NOMIA
Organizar nuestros limitados recursos para satisfacer nuestros infinitos deseos, eso es la ECONOMÍA. Curiosamente, pocos realizamos que existe una relación entre esta palabra, de origen griego y que se refiere a las manera de administrar la ‘casa’; con la palabra ECOLOGÍA acuñada por el biólogo Ernst Haeckel y que se define como la abundancia de vida y la relación entre los organismos que integran el medio ambiente.
Estos dos términos, Economía y Ecología, separados por más de dos milenios de civilización y conocimiento, se vuelven reveladores al ser relacionados entre sí. La palabra griega ECKOS, sirve de raíz para dar significado a estas otras dos palabras. CASA… nuestro planeta, nuestra tierra y nuestra muy particular forma de vivir en ella (ecología) y de administrarla (economía).
Esta simple relación entre palabras, nos puede ofrecer un mayor entendimiento acerca de la crisis exponencialmente degenerativa que atraviesa nuestro medio ambiente, “nuestra casa” y nuestra economía. Una nueva perspectiva de conocimiento que abre la puerta a soluciones no exploradas para resolver el problema del desarrollo del ser humano y la sustentabilidad del planeta.
Es evidente que nos encontramos ante una etapa de cambio, crisis y renovación, evidenciada por síntomas como la caída del mercado de activos (Assets Based Economy), la creciente crisis alimentaria a nivel mundial y la explosión de los índices de desempleo en las economías más fuertes.
Nos encontramos ante una situación global en la que peligra gravemente la “estabilidad” –entrecomillado- de nuestro sistema económico, al tiempo que los recursos naturales y el equilibrio de la vida en el planeta, están siendo acabados por la necesidad del ser humano de seguir expandiendo la civilización que hoy conocemos. Al mismo tiempo la mayor problemática de la civilización humana, la seguridad alimentaria, sólo se ha visto acentuada en las últimas décadas a pesar del inmenso desarrollo logrado.
Ahora, recordemos que uno de los mayores pilares que sostiene nuestra civilización es el consumo de recursos no renovables como el petróleo. En seguida observemos la importancia e incidencia que ha tenido el comportamiento de esta industria, en los últimos fenómenos económicos, políticos y de mercado que nos han afectado a nivel mundial.
Los ciudadanos del mundo entero hemos visto en los últimos años que el manejo de las políticas internacionales y la especulación bancaria, energética, tecnológica, químoco/médica y armamentista, han traído afecciones terribles a nivel económico, político y social en el entorno inmediato de las personas.
Hemos observado como el deseo de control sobre los recursos naturales, sobre los sistemas de intercambio y sobre los gobiernos, se ha hecho hoy tristemente evidente, al romper con toda institucionalidad y moral internacional establecida. Hemos visto a un gobierno invadir un país sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de esta forma burlarse de toda legalidad internacional mofándose abiertamente de su poderío económico y militar. Hechos como este sólo pueden traer a la mente imágenes de las peores situaciones de guerra y conquista en la historia de la humanidad.
Afortunadamente la información, que antes era fácil de controlar y censurar, hoy fluye mucho más fácilmente por las redes virtuales, haciendo posible el intercambio efectivo de conocimiento y la ampliación de nuestras perspectivas acerca de la realidad. La ‘red’, puede servir como un valioso instrumento para reunirnos, obtener mayor conocimiento y ampliar nuestra forma de pensar y proyectar nuestro destino eco-nómico. Puede ser una forma para recuperar el poder de informarnos y decidir libremente cómo actuar y pensar, y no como desean que pensemos y actuemos los agentes políticos de la gran industria militar, bancaria y energética.
El problema de la Economía y la Ecología, está dejando de ser visto por las personas como materia exclusiva de los estados o las organizaciones políticas y sociales, y se está convirtiendo en preocupación real y cercana al ciudadano común. Cercana a cada persona, cada uno de nosotros los que participamos del juego económico, del consumo de recursos, del crecimiento y de las repercusiones de nuestro desarrollo sobre nuestro macrosistema biológico, sobre nuestra casa y planeta tierra y las generaciones futuras, nuestros hijos.
Con tono esperanzador y constructivo, no dudo en decir que nos encontramos ante la posibilidad de la construcción colectiva de una nueva y progresiva forma de organización social y económica, que se desarrollará en armonía con el medio ambiente y con la participación activa de cada individuo. Que no hará explotación unilateral de los ecosistemas, sino que coordinará el crecimiento del tejido social dentro de un ordenamiento biológico sustentable y haciendo uso del conocimiento que nos provee la misma naturaleza, la ciencia y la creatividad del arte.
Nos encontramos, ojala, ante una nueva Eco….nomía.
G.X.R.
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